miércoles, 14 de mayo de 2014

Dia 9 y último Melide - Santiago

La noche no puede haber ido mejor. Ni un ronquido. Así da gusto
Con mucha energia se levanta la tropa a las 7 y media para atacar el último esfuerzo antes de llegar a a Santiago. ¡¡Que cerca está ya!! Tan sólo algo mas de 50kms. 

 Aseo, preparar por última vez las alforjas y desayuno.

Desayuno incompleto, porque el pan que compramos ayer entre compartir Xavi y yo no hay quien se lo coma de duro que está. 
Ya pararemos mas adelante, no hay problema.

Un arreglo ligerito a las bicis, algo de aire a las ruedas en la gasolinera y como cada dia con la m/l y el cortavientos a empezar el camino con alegría a las 8:40 de una soleada y fresquita mañana 



Casi mas vacío que ayer abandonamos Melide subiendo una buena rampa que sigue un rapidisimo descenso hasta cruzar un arroyuelo (km.2,5) a través de un empedrado haciendo algo de equilibrio.

Buen rollito a pesar de las primeras cuestas del día. 
 Bien viene un platanito de un puestecillo solitario lleno de fruta y zumos a cambio de un donativo. Dejamos el puestecillo bajando una señora cuesta, que tengo que volver a subir porque echo de menos el movil. Fue un susto, el movil va en la bolsa del manillar. Ensequida me uno al grupo que me espera.



   La etapa es corta, pero no lo regalan. En el perfil de la etapa se puede comprobar que hasta llegar a Santiago el recorrido es un autentico rompepiernas cruzando paisajes dignos de las mejores postales.

   Muchas de las rampas piden echar el pie a tierra, incluso para los chicos del norteo. No perderse el  video grabado por Xavi.






Llegamos a Boente (km.6,5) para echar el penúltimo sello a nuestras credenciales en una de las pocas parroquias abiertas a nuestro paso.
Llevamos 40 minutos y el ritmo lento por las muchas paradas.
¿A quien le importa el ritmo cuando se esta disfrutando mas que un mariquita con lombrices?

 Otros 6 kms. de pista de tierra subiendo y bajando (gozo para el saltarín Jose Luis) hasta cruzar la N-547 por debajo y seguir otros 3km. por su arcén hasta Arzúa (km.15) donde pararemos al reclamo de un cartel que da cafe y tostadas por dos lereles.
Buen desayuno y mejor descanso.

Media hora después iniciamos los últimos 40 kilometros que ahora si, comenzamos a hacer a ritmo alegre, como si el desayuno nos hubiese dado que faltaban a primera hora.

Con Jon y yo en todo momento a cola del grupo nos hacemos los siguientes 14 km. sin parada alguna hasta que en A Brea (km. 28)  Jon desaparece de la cola del grupo durante unos minutos. Poco despues la primera de las averías del día.


Un pinchazo de Jon y un poquito de guasa nos dan un pequeño descanso. Poco mas de 20 kms. por delante.

Al poco de arrancar y ya embalados nos pasamos un cruce y en la frenada Jon me enviste como un Miura por mi torpeza de girar sin avisar.

Los siguientes 6kms. se hacen a toda máquina en bonitas sendas entre eucaliptos hasta que en O Pedrouzo (km.33) se presenta la penultima de las subidas antes de Santiago. Una dura cuesta de un par de kilometros que nos lleva hasta del aeropuerto de Santiago (vaya nombrecito que le han puesto Lavacolla)


Allí una pareja ha montado un chiringuito ofreciendo de todo un poco. Cerveza, zumos, refrescos, dulces y empanada. Empanada que casi desaparece en manos de Jose Luis. Menos mal que nuestra generosidad dejo huella en la hucha
Bordeando el aeropuerto.



Un ratito después ya estamos bordeando la valla del aeropuerto y en descenso llegamos a Lavacolla donde empieza la subida al Monte do Gozo (km 48) donde nos espera el monumento a la visita de Juan Pablo II y las primeras vistas de Santiago.



Ya solo queda descender los últimos dos kilometros antes de entrar en la ciudad que nos ha esperado durante los últimos nueve días.









No podia imaginar que iba a sentir tanta alegria al hacer entrada en esta ciudad.

Han sido muchas experiencias, 
horas de pedaleo muchas de ellas con sufrimiento, pero sobre todo muchos momentos de buena camaradería y amistad con gente que hace solo días no sabia de su existencia.


Ya solo queda seguir el GPS (echamos de menos indicaciones al peregrino) por las Ruas de San  Lázaro, la rúa das Fontiñas y rúa dos Concheiros donde cruzamos la avda de Lugo. Después, la empedrada rúa San Pedro donde Jose Luis recibe el aviso de la rueda trasera que revienta al llegar a la plaza de Cervantes.
PUUUUUM!!!

PUM a falta de 200m. que desluce un poco la triunfal entrada en la plaza del Obradoiro donde nos recibe la Catedral llena de andamios. 






Descanso al sol gallego en el centro de una plaza donde el reguero de peregrinos y turistas de todo el mundo es constante.

No hemos acabado de llegar y unos bicigrinos madrileños que descansan en el centro de la plaza ya me hacen pensar en el próximo reto: el camino portugués.

Entro con Fernando en la catedral donde nos espera un pórtico de la Gloria tambien en obras y el Santo, al que abrazamos sin esperar un solo segundo de cola. INCREIBLE

Ya sólo queda buscar el último de los selos en el centro de recepción de peregrinos donde tenemos casi una hora de espera. Lo que no puede esperar es el hambre que tenemos. Y es que no son las tres de la tarde.

Despues de comer, ahora si, el último de los sellos y la Compostela que es el documento que reconoce la peregrinación por metodos tradicionales, y en mi caso, por motivos turistico-deportivos.

Por mi parte el mejor reconocimiento de mi peregrinación es este blog y el recuerdo imborrable de los momentos vividos que no pueden ser sustituidos por un documento que probablemente no saldrá del canuto en el que esta guardado.

Lo que se verá la luz serán los cientos de fotos mias y de mis colegas de camino. Eso es la verdadera Compostela.Gracias a mi Charini que me permitió ausentarme de casa durante todos estos días.
Gracias a  Jose Luis, Fernando, Jon y sobre todo Xavi por acompañarme durante estos días haciendo aún mas feliz esta experiencia

Para ver la ruta de este día hacer click aqui






martes, 13 de mayo de 2014

Dia 8 Sarria - Melide 62km.

Despues de dormir unas 9 estupendas horas en una habitacion con solo tres literas, lejos parecen ya los albergues de Castrojeriz y Sto. Domingo donde dormir fue una historia.
Sin prisa desayunamos y mientras preparamos las bicicletas con el mantenimiento basico diario aparecen a desayunar los riojanos que se ponen moraos de bollería.
Podíamos haber salido juntos, compartíamos el primer objetivo del día: un cajero de Bankia.

Por fin iba a tener dinerillo después de llevar varios dias haciendo el trueque con Xavi.

Siguiendo el GPS evitamos el centro de Sarria, donde inician el camino la mayoria de los peregrinos a pie. Bastan 100kms para ganar la Compostela. Ya desde el principio del día se nota que el numero de peregrinos se ha multiplicado.

Una vez en el puente de piedra que cruza un el río pequeño seguimos un par de kilometros de bonito y suave inicio, cruzando la via en un paso a nivel sin barrera enseguida. 
¡¡Vaya que si hay mas peregrinos!!  Y la mayoria españoles.
Echamos una primera parada en el km.108 en Vilei antes de empezar a subir.
Reguero de peregrinos
En seguida hemos ascendido 300 m. a través de duros repechos por caminos vecinales asfaltado unos tramos y otros por sendas estrechas rodeadas de una frondosa vegetacion.

La sucesión de pequeñas aldeas, cada una con su olor característico parece no tener fin.


Durante otros 10 km. El recorrido es un atentico paraiso para las MTB. Constantes cambios de trazado, curvas subidas y bajadas con algún vadeo de vez en cuando.




Es exigente, si, pero estamos disfrutando de lo lindo.


El pero del día,la alforja derecha, que el anclaje ha cogido holgura con el paso de los días y se sale cada vez que cojo un bache.



En la parroquia de Mercadoiro comienza un brusco descenso que en 6km. nos llevará a cruzar un largo puente sobre el río Miño para entrar en la población de Portomarín (km.23).

Famosa por su escalinata de acceso para peregrinos, que tenemos que bordear, por motivos obvios, y su templo fortaleza San Nicolás de Portomarín.

Sorprende mucho encontrarlo cerrado, cuando el goteo de peregrinos que intentan abrir sus puertas es constante.


Templo fortaleza San Nicolas
La iglesia cerrada, pero los bares abiertos, así que un bocata y una cocacola reponer fuerzas, que ya llevamos dos horitas


Un apaño arregla el problema de las alforjas para el resto del día





Nada más salir de Portomarín una fuerte rampa, más suave de lo esperado nos lleva a la aldea de Toxibó, donde los "héroes" del día junto a un par de fracesas sacan del apuro a un matrimonio que envió el coche y el remolque a recostarse en la cuneta de la carretera.


Menos mal que iban vacíos porque iban a buscar unos cerdos. No quiero ni pensarlo, jeje.
Ay, gracias hijos míos. Pobre mujer, como lloraba.
Al menos nos ayudó a hacer mas llevadera la subida que no para junto a la carretera, cosiéndola de izquierda a derecha para ir cruzando parroquia tras parroquia. 


En O Hospital da Cruz (km.35). Menuda rampita hasta pasar por un puente sobre la N-550 y continuar por una estrecha carretera local. Para empezar una rapidisima cuesta donde otra vez nos ponemos a 50km/h. Despues otros entretenidos 10 km de sube y baja. De nuevo el reguero de aldeitas y peregrinos es constante. Todavia 

Al llegar a O Rosario (km. 46,7) nos espera otro tramo a tumba abierta de dos kms. para llegar a Palas de Rei donde paramos a buscar algo de pulpo para comer.

Iglesia  de San Tirso en Palas de Rei
Tras algo de indecisión entramos en A Forxa, restaurante que no puede estar mejor colocado, Otra vez un menú ligerito donde aparecen entre Xavi y yo las primeras diferencia sobre el destino del día:
Xavi quiere seguir el plan del día. Melide sólo 14 kms. más Yo prefiero Arzua, el doble para así llegar pronto a Santiago al día siguiente.





Dejamos la decisión para ver las fuerzas y la hora cuando lleguemos a Melide. 

Fernando, Jose Luis de Nájera y en medio, Jon de Bilbo.

Después de 1 hora de parada y nada más salir del restaurante aparecen nuestros amigos riojanos, que llevan reserva de albergue en Melide.
"Casi os habiamos pillado esta mañana", pero un asuntillo de enfermería con unas peregrinas les entretuvo en el momento de darnos caza.
Una hora y cuarto andando con ellas y nos perdieron el rastro que encuentran 30 kms. más adelante.

Empecé el camino solo, hace una semana y pedaleamos ya cinco, con buen rollito y muchas ganas de divertirnos.

Y el camino al salir de Palas de Rei es un buen lugar para hacerlo.

Un recorrido rompepiernas que atraviesa lo poco que le queda a Lugo entre asfalto y caminos llenos de raices y rodeados de rocas y frondosas arboledas. A cola del pelotón Jon y yo penando a cada cuesta y por delante Jose Luis que no le hecha mano nadie ni pa'rriba y sobre todo para abajo. ¡¡Madre mía, este tío no tiene miedo!!
Con cuidadín Jon, que nos miran.


Con un ritmo bastante tranquilo y haciendo varias paradas para grabar videos, y tomar alguna foto hacemos 9 kms. que nos llevan a O Coto (km.58), primer pueblo de A Coruña donde en un bar, al lado de un desguace, una bandera del Athletic (el de Bilbao) llama a los amigos del Norte a dedicar un descanso en su estupenda terracita.


Disfrutando de charla para conocer al personal y un sol como pocos días en estas tierras echamos una buena horita mientras caen helados y cafés haciendo planes ya del pulpo que caerá por la noche. Ya empiezan los primeros planes de continuar hasta Finisterre, pero no iremos todos.




Listos para el último empujón del día continuamos los tobogánes por pista de tierra cruzando Leboreiro y su famoso Cabazo donde se guardaba el maiz.


2km. mas adelante y pegados ahora a la carretera, pasamos por delante de un poligono industrial y volvemos al último tramo de tierra.
Justo al terminarla, cruzamos por un bonito puente romano el río Furelos, cerca ya del albergue Melide.
Según las indicaciones por teléfono del hospitalero con un acento gallego mu raro: "al acabar la pista de tierra cruzareis un puente romano y 500m. mas adelante está el albergue".


El albergue nos sorprende porque, como está a la entrada del pueblo, no nos da tiempo ni a recorrerlo y nos quedamos con las dudas de si habrá otro albergue con más ambiente.


Este está vacío. Sólo nosotros y las cinco bicis que dormiran en garaje.


Pero las instalaciones están casi sin estrenar. Algunas camas ni se han usado. La habitación llena de literas vacías a elegir y los baños (3) están estupendos. No ha sido mala elección.

Después de una ducha y salir a comprar en una tiendecilla de barrio los desayunos de mañana, salimos a pasear por el pueblo que resulta estar tan vacío como el albergue que además, no está tan lejos de lo importante.

Pulperia A Garnacha
No sabemos donde estarán los muchisimos peregrinos que hemos ido adelantando, pero si han llegado a Melide, desde luego que han pasado de largo. En la mayoria de las guías Melide es sitio de paso entre Palas de Rei y Arzúa.

Como ya suponíamos, nos recomiendan la pulpería "A Garnacha" y no ir a la Pulpería Ezequiel, que ya es suficientemente famosa. donde nos dedicamos, pues,  a lo que hemos venido. Con dos triples raciones de pulpo, cachelos aparte, y pimientos del padrón y cerveza para una boda en el cuerpo nos recogemos al albergue.
Durante la cena, Fernando casi pierde el turno de pulpo entre wasap y wasap con la peregrina que necesitó de su cremita por la mañana. Me da a mi que en Santiago le va a dar más.

Menos mal que la cerveza hace efecto, porque por primera vez en una semana hace un frío del carayo y a la vuelta al albergue, hasta los chicarrones del norte encojen el cuello.

Lo peor, es que para una vez que nos dan la llave para entrar al albergue sin miedo al cierre, resulta que hay menos ambiente que en un velatorio.
Mañana nos espera Santiago de Compostela.
Pero Mañana será otro día, y que sea al menos tan bueno como el de hoy.

Se puede consultar el recorrido y perfil en http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=6990070

lunes, 12 de mayo de 2014

Dia 7 Villafranca del Bierzo - Sarria 66 km.



Hoy si hemos dormido bien y el descanso se nota en el ánimo. Pero, después 6 días de duro pedaleo con 550 km. recorridos y casi 7800 m. ascendidos, las piernas notan el cansancio acumulado.
Toque "hipster" al peregrino
Bajamos a desayunar el servicio que nos ofrecen, María y Unai: Zumo, café con tostadas y alguna galleta. Estos chicos son un autentico ejemplo de hospitalidad.
Ya tenemos reservado el albergue en Sarria. De Piedra en Piedra y ...
Entrada Pereje
Cuando nos salimos del albergue, ¿otra vez los últimos, no? Si, como cada día, somos los últimos en abandonarlo.

 Hace un día soleado pero fresquito (7ºC). Mejor algo más abrigado. Al cortavientos, braga y mallot m/l, le añado una camiseta térmica interior.
Después de dedicarle los cinco minutos de rigor a la limpieza y engrase de las máquinas, empieza el pedaleo a las 9:05 de la mañana.
Ermita de la Vega de Valcarce



En ligero y constante ascenso vamos haciendo los primeros kilómetros a un ritmo bastante cansino a lo largo del valle del río Valcarce pegados a la N-VI, casi vacía de tráfico. Solo se separa para cruzar las aldeas de Pereje (km.4) y Trabadelo (km.7) donde paramos a comprar la fruta de costumbre y material para bocadillo para más adelante.

Ruitelán. A partir de aqui, sigo sólo.



Un par de km. de la tienda volvemos a la N-VI que abandonamos para cruzar Ambasmestas (km.13,5) y Vega de Valcarce (km. 15)
Otro tramo de la N-VI cruzando Ruitelán (km.17,6), donde tras parar para unas fotos, Xavi prefiere seguir la subida a su ritmo.
Nos encontraremos en Cebreiro.










En las Herrerías comienza la verdadera subida que hasta el km. 21,1 se hace por carretera. En todas las guías recomiendan que las bicis sigan la carretera. Pues yo giré a la izquierda.
No se por qué no les haria caso.

Km. 21,1 Izqda pie, Dcha bici
Los primeros 500 m. hasta cruzar un arroyo se pueden hacer pedaleando.

Los 800 restantes hasta la entrada de la aldea de la Faba (km.22,5), no queda otra que empujar la bici por una senda imposible. Piedras, agua y "caca de la vaca" de la de verdad durante 20 minutos.

Al llegar a una tiendecilla a 4,7 de Cebreiro espero a Xavi, que no llega, durante 25 minutos. Seguro que ha cogido otra ruta. Da tiempo a charlar con los peregrinos que pasan.



Continúo por la senda hasta La Laguna de Castilla (km.24,4).

Me lleva casi media hora, una buena parte también a pie hacer estos dos km. 400 m después cojo definitivamente la carretera que va paralela unas decenas de metros por encima del autentico camino.  

 Ahora sí avanzo con buen ritmo, disfrutando tanto del paisaje de la provincia de León a punto de abandonar, como de una exigente ascensión hasta llegar a la parroquia de Cebreiro (km.27), donde me reencuentro con Xavi, que siguió la ruta del puerto de Piedrafita. Son 6km. más larga, pero dice se puede pedalear a buen ritmo.





Ha sido una ascension desde Villafranca de los 500 a los 1310 m. No está mal


Después del esfuerzo realizado, el lugar bien vale un descanso entre una mezcla de peregrinos, bicigrinos y multitud de turistas que cómodamente llegan aquí en sus autobuses.



Escondiéndonos de un incómodo viento nos comemos el bocadillo que ha subido con nosotros, mientras charlamos cada uno de lo vivido por separado en el ascenso.


 Desde la entrada a Galicia y cada 500 m. nos acompañan los hitos que indican la distancia hasta Santiago. Ahora si que es imposible perderse.

A la una de la tarde continuamos camino, sabiendo que no todo es descender hasta Sarria.

De momento seguimos subiendo hasta los 1354 m. por buen camino, para después bajar a Linares, aldea desde la que seguiremos el curso de la carretera LU-633 hasta Triacastela.

Por más camino que asfalto y en recorrido rompepiernas cruzamos Hospital (km.32,8) y Padornelo (km.35,1) donde nos espera un repechón de 500m. que lleva a coronar el puerto de Poio, otra vez por encima de Cebreiro

En lo alto de puerto y cerveza en mano, tres bicigrinos riojanos se parten de risa al vernos subir jurando en arameo hartos de tanta cuesta.
Un rato de charleta con ellos y que buena gente parecen. Quedamos vernos en albergue en Sarria o por el camino, quién sabe.
Filloas a euro.

Descenso a Triacastela
En un tramo cómodo, cruzamos Fonfría (km.39), donde nos asalta una señora con un plato de filloas que parecían obsequio al peregrino y en realidad son para sacarles unos euros. En un momento plato vacío y 10€ al bolsillo.


Castaño al entrar en Triacastela
Después en O Biduedo (km.41,3), donde el olor a ganado ya es notable, el descenso empieza a ser cosa seria. Con dolor en las manos de apretar los frenos durante bajamos 550m de altura en 25 minutos por empinados caminos que van atajando las curvas de la carretera hasta Triacastela.

Aquí hay dos alternativas: via Samos o via San Xil.
Seguimos la via más rural de San Xil que además es 6 km. más corta.







Nada mas cruzar el río Teixidó, abandonamos la carretera principal y tras un tramo asfaltado entramos en un paraje a traves de pasillos cerrados de castaños, robles, y abedules . 

Reponemos agua en una sospechosa fuente coronada por una inmensa concha de vieira y seguimos ascenso por carretera dejando
la pequeña aldea de San Xil a la izquierda.


Poco antes del alto, evitamos la tentación en un cruce (km.53,3) de seguir por carretera que va hacia abajo y seguimos las flechas hacia un camino en ascenso. El premio tras un ligero ascenso es un divertido tramo en claro  descenso por caminos que atajan la carretera.

Antes de llegar a Zoo (km.57,8),
 harto de caminos
empedrados que suben y bajan sigo por la carretera, mientras Xavi ataja por otro tramo de camino. Le espero mientras aparece una pareja que ella va bastante fastidiada.



¿Venga que solo quedan 8km.!

El resto del camino discurre en un andadero paralelo a la carretera
mientras se disfrutando un precioso paisaje. Cruzamos Aguiada (km.62) y a las cinco en punto entramos en Sarria a las cinco en punto de la tarde.

El albergue "A Pedra" nos sorprende porque esta en el primer grupo de casas del pueblo junto a una oficina de información de turismo.

Nos recibe Jose, su dueño. No se puede ser dar trato más natural caluroso y amable en una bienvenida.

Ni en el mejor hotel te reciben así. Nos acompaña a dejar las bicicletas, nos ayuda con el equipaje y nos ofrece una cena comuntaria a las 7:30 de la tarde por 8€ que prepara su mujer.

Como es prontito, aprovechamos para aseo tranquilo y colada con ropa tendida al solecito.
Despues de comprar en una tienda cercana un descanso en el jardin del albergue nos completa un día estupendo. Curiosamente nuestros compañeros de habitacion son la pareja que tan mal lo estaba pasando ya cerca de Melide.

Cerca Santiago, Xavi empieza a plantearse qué hacer al llegar. Finisterre es posible.


2 gallegas, 1 leones, q madrileño, 1 catalan,1 mejicana, 1 brasileña y 1 aleman
Una cena casera, entrañable y abundante con puré de verdura, tortilla de patatas con huevos de corral y una lasaña de berenjena. Muy buena forma de acabar el día para de irse a dormir.

Durante la cena llegan al albergue los riojanos, que han dado el rodeo por Samos y se ponen hasta el culo en su cena privada.

Mañana seguro que pasamos mas tiempo con ellos.

Se puede consultar el recorrido y perfil en http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=6964690