Sin prisa desayunamos y mientras preparamos las bicicletas con el mantenimiento basico diario aparecen a desayunar los riojanos que se ponen moraos de bollería.
Podíamos haber salido juntos, compartíamos el primer objetivo del día: un cajero de Bankia.
En la parroquia de Mercadoiro comienza un brusco descenso que en 6km. nos llevará a cruzar un largo puente sobre el río Miño para entrar en la población de Portomarín (km.23).
Famosa por su escalinata de acceso para peregrinos, que tenemos que bordear, por motivos obvios, y su templo fortaleza San Nicolás de Portomarín.
Sorprende mucho encontrarlo cerrado, cuando el goteo de peregrinos que intentan abrir sus puertas es constante.
La iglesia cerrada, pero los bares abiertos, así que un bocata y una cocacola reponer fuerzas, que ya llevamos dos horitas
Un apaño arregla el problema de las alforjas para el resto del día
Por fin iba a tener dinerillo después de llevar varios dias haciendo el trueque con Xavi.
Siguiendo el GPS evitamos el centro de Sarria, donde inician el camino la mayoria de los peregrinos a pie. Bastan 100kms para ganar la Compostela. Ya desde el principio del día se nota que el numero de peregrinos se ha multiplicado.
Una vez en el puente de piedra que cruza un el río pequeño seguimos un par de kilometros de bonito y suave inicio, cruzando la via en un paso a nivel sin barrera enseguida.
¡¡Vaya que si hay mas peregrinos!! Y la mayoria españoles.
Echamos una primera parada en el km.108 en Vilei antes de empezar a subir.
En seguida hemos ascendido 300 m. a través de duros repechos por caminos vecinales asfaltado unos tramos y otros por sendas estrechas rodeadas de una frondosa vegetacion.
La sucesión de pequeñas aldeas, cada una con su olor característico parece no tener fin.
Durante otros 10 km. El recorrido es un atentico paraiso para las MTB. Constantes cambios de trazado, curvas subidas y bajadas con algún vadeo de vez en cuando.
Es exigente, si, pero estamos disfrutando de lo lindo.
El pero del día,la alforja derecha, que el anclaje ha cogido holgura con el paso de los días y se sale cada vez que cojo un bache.
Echamos una primera parada en el km.108 en Vilei antes de empezar a subir.
Reguero de peregrinos |
La sucesión de pequeñas aldeas, cada una con su olor característico parece no tener fin.
Durante otros 10 km. El recorrido es un atentico paraiso para las MTB. Constantes cambios de trazado, curvas subidas y bajadas con algún vadeo de vez en cuando.
Es exigente, si, pero estamos disfrutando de lo lindo.
El pero del día,la alforja derecha, que el anclaje ha cogido holgura con el paso de los días y se sale cada vez que cojo un bache.
En la parroquia de Mercadoiro comienza un brusco descenso que en 6km. nos llevará a cruzar un largo puente sobre el río Miño para entrar en la población de Portomarín (km.23).
Famosa por su escalinata de acceso para peregrinos, que tenemos que bordear, por motivos obvios, y su templo fortaleza San Nicolás de Portomarín.
Sorprende mucho encontrarlo cerrado, cuando el goteo de peregrinos que intentan abrir sus puertas es constante.
Templo fortaleza San Nicolas |
Un apaño arregla el problema de las alforjas para el resto del día
Nada más salir de Portomarín una fuerte rampa, más suave de lo esperado nos lleva a la aldea de Toxibó, donde los "héroes" del día junto a un par de fracesas sacan del apuro a un matrimonio que envió el coche y el remolque a recostarse en la cuneta de la carretera.
Ay, gracias hijos míos. Pobre mujer, como lloraba.
Al menos nos ayudó a hacer mas llevadera la subida que no para junto a la carretera, cosiéndola de izquierda a derecha para ir cruzando parroquia tras parroquia.
Iglesia de San Tirso en Palas de Rei |
Xavi quiere seguir el plan del día. Melide sólo 14 kms. más Yo prefiero Arzua, el doble para así llegar pronto a Santiago al día siguiente.
"Casi os habiamos pillado esta mañana", pero un asuntillo de enfermería con unas peregrinas les entretuvo en el momento de darnos caza.
Una hora y cuarto andando con ellas y nos perdieron el rastro que encuentran 30 kms. más adelante.
Y el camino al salir de Palas de Rei es un buen lugar para hacerlo.
Un recorrido rompepiernas que atraviesa lo poco que le queda a Lugo entre asfalto y caminos llenos de raices y rodeados de rocas y frondosas arboledas. A cola del pelotón Jon y yo penando a cada cuesta y por delante Jose Luis que no le hecha mano nadie ni pa'rriba y sobre todo para abajo. ¡¡Madre mía, este tío no tiene miedo!!
Con cuidadín Jon, que nos miran. |
Con un ritmo bastante tranquilo y haciendo varias paradas para grabar videos, y tomar alguna foto hacemos 9 kms. que nos llevan a O Coto (km.58), primer pueblo de A Coruña donde en un bar, al lado de un desguace, una bandera del Athletic (el de Bilbao) llama a los amigos del Norte a dedicar un descanso en su estupenda terracita.
Disfrutando de charla para conocer al personal y un sol como pocos días en estas tierras echamos una buena horita mientras caen helados y cafés haciendo planes ya del pulpo que caerá por la noche. Ya empiezan los primeros planes de continuar hasta Finisterre, pero no iremos todos.
Listos para el último empujón del día continuamos los tobogánes por pista de tierra cruzando Leboreiro y su famoso Cabazo donde se guardaba el maiz.
2km. mas adelante y pegados ahora a la carretera, pasamos por delante de un poligono industrial y volvemos al último tramo de tierra.
Justo al terminarla, cruzamos por un bonito puente romano el río Furelos, cerca ya del albergue Melide.
Según las indicaciones por teléfono del hospitalero con un acento gallego mu raro: "al acabar la pista de tierra cruzareis un puente romano y 500m. mas adelante está el albergue".
El albergue nos sorprende porque, como está a la entrada del pueblo, no nos da tiempo ni a recorrerlo y nos quedamos con las dudas de si habrá otro albergue con más ambiente.
Este está vacío. Sólo nosotros y las cinco bicis que dormiran en garaje.
Pero las instalaciones están casi sin estrenar. Algunas camas ni se han usado. La habitación llena de literas vacías a elegir y los baños (3) están estupendos. No ha sido mala elección.
Después de una ducha y salir a comprar en una tiendecilla de barrio los desayunos de mañana, salimos a pasear por el pueblo que resulta estar tan vacío como el albergue que además, no está tan lejos de lo importante.
Pulperia A Garnacha |
Como ya suponíamos, nos recomiendan la pulpería "A Garnacha" y no ir a la Pulpería Ezequiel, que ya es suficientemente famosa. donde nos dedicamos, pues, a lo que hemos venido. Con dos triples raciones de pulpo, cachelos aparte, y pimientos del padrón y cerveza para una boda en el cuerpo nos recogemos al albergue.
Durante la cena, Fernando casi pierde el turno de pulpo entre wasap y wasap con la peregrina que necesitó de su cremita por la mañana. Me da a mi que en Santiago le va a dar más.
Lo peor, es que para una vez que nos dan la llave para entrar al albergue sin miedo al cierre, resulta que hay menos ambiente que en un velatorio.
Mañana nos espera Santiago de Compostela.
Pero Mañana será otro día, y que sea al menos tan bueno como el de hoy.
Se puede consultar el recorrido y perfil en http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=6990070
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